El crash es uno de los tipos de plato que conforman la batería . Produce un sonido fuerte y agudo, del que ha recibido el nombre, por onomatopeya . Se emplea como efecto de acentuación en determinados puntos de la interpretación de música moderna.
Puede tocarse con baquetas, mazas o directamente con las manos, produciendo diferentes intensidades. Un efecto especial habitual es el que se consigue deteniendo la vibración del plato con la mano, inmediatamente después de golpearlo. El número de platos crash que se montan en una batería depende de las preferencias del percusionista, pero normalmente no pasa de los tres.
Los crash más pequeños también se llaman splash . Producen un sonido más seco y agudo, y normalmente se ajustan en su apoyo de manera que vibren menos que los crash grandes.

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